₰₰ Coge tu sombrero y póntelo, nos vamos de picnic, calienta el Sol… ₰₰.
Sí, ya se, la canción no es exactamente así, pero a que como a mí os apetece disfrutar de los primeros rayitos de sol, en familia, con amigos, al aire libre, sin preocupaciones,…
Pues eso, ¡¡Nos vamos de picnic!!

No hay plan mejor que un buen día en el campo y si es disfrutando de una buena comida en compañía de amigos, ya es genial.
Lo cierto es que aunque hayamos ido infinidad de veces, siempre nos pasa lo mismo, al menos a mí. Crees que lo tienes todo listo y…¿Alguien ha traído servilletas? ¿Quién me deja el abrebotellas que lo he dejado en casa?. Ahora sale el sol, ¿Me pasáis el protector solar?
Para evitar estos pequeños contratiempos, hace tiempo que he decidido escribir mi pequeño “cuaderno de bitácoras campestre” para que de año en año me recuerde lo imprescindible en un buen día de picnic.
Mi cuaderno está abierto a sugerencias, así que si me ayudáis a completarlo, yo encantada. Ya se sabe, cuatro ojos ven más que dos.
Ropa y calzado adecuados
Lo primero que tenemos que pensar es que en primavera el tiempo está…¿un poco loco?
Mi familia me dice que si nos vamos de vacaciones, que si no tengo pensado volver a casa. Pero más vale prevenir que curar, así que por si acaso, hay que ir preparados para todo.

Si sois como yo de los que madrugáis para aprovechar al máximo todo el día, seguro que en las primeras horas de la mañana no os sobrará algo de ropa de abrigo. Pero claro, según avanza el día, poco a poco nos va sobrando todo. Por eso os recomiendo prendas que no ocupen mucho espacio pero que a la vez os protejan del fresquito.
Calzado siempre, cerrado y, a ser posible, que no sea nuevo. ¿Por qué? Porque si os pasa lo que a mí, seguro que os sale la vena de explorador en algún momento del día y os da por caminar y hacer reconocimiento del terreno. Así que procuremos que al día siguiente no nos duelan los pies de tanta exploración.
Fundamental, no dejarse en casa la crema con filtro solar. Tanto si vais con niños como si no, hay que echarse crema de protección. Como no podemos aplicar crema sobre el pelo, protege tu cabeza con un buen sombrero, una visera o un simple pañuelo. Estarás más fresquito y se previenen quemaduras.
Recuerda que aunque está nublado, también puedes quemarte.
Atrezzo campestre
Esta parte me divierte muchísimo. Sinceramente, no es lo más importante a la hora de planificar un picnic, pero ¿acaso no queremos que nuestro día sea de todo menos aburrido?

Aunque llevéis cosas guardadas en una mochila (ciertamente es mucho más cómodo), yo siempre saco mi cestita de mimbre. Me recuerda a esos días de campo y playa cuando era pequeña. Mi madre era capaz de meterlo todo allí: platos, cubiertos, mantelería, comida, bebida. Y no, no era el “baúl de la Piquer”.
En mi cesta no cogen tantas cosas pero siempre guardo en ella los platos, cubiertos y vasos ya que tiene hasta el sitio especial para colocarlos. Suelen ser de plástico que pesan menos. La vajilla se queda en casa. En la parte de arriba pongo el mantel de cuadros y si tenéis las servilletas a juego ¡genial!.
Cuando vamos a parajes que no están preparados especialmente para un picnic, ya sabéis que las áreas recreativas están muy de moda, y no nos apetece sentarnos en el suelo, os recomiendo llevar una mesa plegable. Algunas vienen hasta con bancos incorporados. Como se recogen, son muy cómodas y fáciles de llevar. Pensad que si vais en grupos grandes, con una no os bastará.
Otra cosa que no podemos olvidar es una sombrilla. Lo ideal es buscar para comer un lugar con árboles que nos den sombra. El sol primaveral puede ser bastante incómodo, así que una sombrilla nos soluciona el problema. Fíjala bien al suelo porque pueden ser peligrosas si se las lleva el viento.
Comida y bebida
Lo ideal sería no complicarse la vida. Pero quién conoce una buena reunión de amigos sin una buena comida y…¿una cerveza bien fresquita?

La hidratación es muy importante. Piensa que va a hacer buen tiempo y que necesitarás reponer líquidos cada cierto tiempo. Si además tienes pensado caminar un rato o jugar con los niños, más importante aún.
Yo tengo una nevera isotérmica
donde no me falta agua o alguna bebida isotónica (acordaros que si es de plástico mejor). Tampoco renuncio, sin pasarme, a una cerveza o incluso un poquito de vino. No te olvides del abrebotellas porque puede hacerte falta.
En la nevera, además de la bebida, tengo hielo para mantenerla fría y, si de postre llevas fruta o yogures, ahí se mantendrán en su punto.
En cuanto a la comida, dale rienda suelta a tu imaginación.
¿Que no te apetece complicarte mucho? Unos sándwiches te sacarán del apuro. Puedes hacerlos de lo que quieras y acompañarlos de unos frutos secos para hacer boca.

¿Que eres de los que les gusta el buen comer y quieres seguir haciéndolo aunque estés fuera de casa? Con una buena parrilla acertarás seguro. A los peques les resulta muy divertido y a los mayores nos encanta. Si bien es cierto que tendrás que currártelo algo más para comer, al final compensa.
Al principio, yo iba a zonas que ya tienen sus propias zonas para asar. Como experiencia está muy bien pero tienes que tener previsto que igual están ocupadas y que lo más probable es que tengas que limpiarlas antes de usarlas.
Como mi familia conoce mi espíritu aventurero, me llevé el gran sorpresón cuando un año por el Día de la Madre me regalaron una parrilla portátil. ¡No sabía ni de su existencia! Totalmente recomendable.
Es una parrilla de gas muy fácil de montar y que se limpia en un periquete. Hacemos en ella de todo: carne, pescado, verduras,… Vamos, se ha vuelto uno de nuestro imprescindibles cuando comemos en el campo.
Ya ves, con poquitas cosas pasarás un día inolvidable.
Importante: lleva siempre contigo una bolsa para guardar la basura.
Ahhhh, se me olvidaba. ¡¡No dejes tu sonrisa y buen humor en casa!!